Patéticos los comentarios del jurado y de los opinologos de los diferentes canales ante la elección de Harold y Cathy como los ganadores del programa del canal católico.
Quién es capaz de juzgar el valor de los sueños de cada individuo? Quién es capaz de decir si este o el otro merece ganar porque su sueño vale o pesa mas? Los mismos que son capaces, en su sapiencia, de censurar las cosas por salirse de algún canon preestablecido por un stablishment inculto y vulgar.
Ridículo juzgar a los participantes por su calidad vocal, la idea original del programa (por lo que leo en el título) es cantar para obtener lo deseado. Si lo haces bien o mal poco importa lo que importa es sacarse los complejos y “Cantar”.
Hay cantidad de buenos cantantes como hojas en los árboles, pero los llamados a triunfar son aquellos que se ganan al público, que es en definitiva el que comprará los discos y hará girar la maquinaria discográfica. Poco importa si llega al Bemol con el semitono cromático, lo que si importa es que la gente se levante de sus sillas y lo aplauda con entusiasmo. Esto lograron Cathy y Harold, desde un principió hasta el fin. Fue un triunfo democrático, otorgado por la mayoría de los televidentes, cual es el problema? Dónde esta la aberración?
La respuesta: Ella, ser Bella. El, ser Cubano. No estaban en la Quinta Vergara, ni siquiera en alguna competencia estudiantil, solo estaban cantando porque tenían un sueño.
Quién es capaz de juzgar el valor de los sueños de cada individuo? Quién es capaz de decir si este o el otro merece ganar porque su sueño vale o pesa mas? Los mismos que son capaces, en su sapiencia, de censurar las cosas por salirse de algún canon preestablecido por un stablishment inculto y vulgar.
Ridículo juzgar a los participantes por su calidad vocal, la idea original del programa (por lo que leo en el título) es cantar para obtener lo deseado. Si lo haces bien o mal poco importa lo que importa es sacarse los complejos y “Cantar”.
Hay cantidad de buenos cantantes como hojas en los árboles, pero los llamados a triunfar son aquellos que se ganan al público, que es en definitiva el que comprará los discos y hará girar la maquinaria discográfica. Poco importa si llega al Bemol con el semitono cromático, lo que si importa es que la gente se levante de sus sillas y lo aplauda con entusiasmo. Esto lograron Cathy y Harold, desde un principió hasta el fin. Fue un triunfo democrático, otorgado por la mayoría de los televidentes, cual es el problema? Dónde esta la aberración?
La respuesta: Ella, ser Bella. El, ser Cubano. No estaban en la Quinta Vergara, ni siquiera en alguna competencia estudiantil, solo estaban cantando porque tenían un sueño.
Su sueño? Ganar.
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