lunes, 9 de julio de 2007

Puentes de Chile


Creo que este es el único país del mundo que tiene nombrados todos los puentes de su territorio. Desde el más pequeño, ese que cruza algún rió insignificante en algún pueblo perdido de la cordillera hasta algún otro mas imponente, como ese sobre el río Malleco, tendrá su letrero verde con letras blancas que lo identifique.Este acto de bautismo múltiple refleja un amor incondicional de las autoridades hacia esos seres inanimados. Quizás en su divina sabiduría nuestras autoridades pensaron en darles algún tipo de reconocimiento a estas moles que soportan nuestras cargas día a día. Algunos se caen, es cierto, pero no porque los pobrecitos hayan sido mal estructurados o las Constructoras de turno hayan cambiado las proporciones de la mezcla del cemento por mas arena, NO, el motivo de sus caídas no es otro que el estar en disconformidad con el nombre puesto. Si en tu fuero intimo te sientes como un Atanasio y te bautizan La Paloma, es lógico pensar el grado de humillación de la mole en cuestión. Por tanto no culpemos a los señores ingenieros, arquitectos y empresas constructoras; entendamos cuando nos explican sin ruborizarse, en los noticieros de la noche, que lamentablemente el puente se cayo porque le pasaba mucha agua por debajo. Es verdad, lo que no quieren dar a conocer, sembrando la duda, es que el agua no es de lluvia o de rió es producto de las lagrimas de los mal nombrados.Sigan entonces ilustrisimos profesionales, construyendo de la manera que lo hacen y justificando sus errores con los diferentes cambios climáticos.
Yo, por lo menos, no los culparé. Si culpo a las autoridades que bautizan puentes, de forma express, sin darse el trabajo de chequearles el sexo.

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