lunes, 20 de agosto de 2007

Los Papas y la auténtica Verdad


Desde los comienzos del hombre, la historia se ha narrado por los que han ganado las batallas, esto es un hecho y el otro es, cual personajes Orwellianos, se ha cambiado los sucesos de la manera mas beneficiosa para el narrador, por ende, se narran las cosas de la forma mas infame para el perdedor.María Magdalena, por ejemplo, es vista por algunos como una simple prostituta reivindicada por Jesús y para otros el mismo personaje es la fiel esposa del primero y madre de su primogénito. La misma protagonista tiene como mínimo dos lecturas totalmente opuestas; lecturas antagónicas pero que en su esencia comparten la necesidad de existir con su rival. Existencia justificada con las argumentaciones en contra o a favor de la posición propia.Viajando más atrás, en el tiempo, nos encontramos con el ángel preferido de Dios, Lucifer. Este personaje, que en su traducción latina significa Portador de Luz, Lux (Luz) y Fero (Llevar) tiene su contrapartida en Satanás, en latín, Sâtana, significa adversario, enemigo, acusador. Este personaje es visto como la encarnación suprema del Mal por unos o como una persona que intento rebelarse contra un stablismenht dictatorial cayendo en desgracia por haber sido derrotado, según ojos de otros.Judas es el hombre que traiciono a Jesús, vendiéndolo por un puñado de monedas. Sin embargo, para otros, es el mejor amigo de Jesús. El único hombre capaz de auto culparse, a eternidad, para que su fiel amigo lograra ser crucificado como mártir.Ser fiel o infiel depende del prisma religioso con que se mire. Judíos, Musulmanes, Católicas o Budistas, tendrán una percepción totalmente opuesta de quienes son los justos que llegarán al paraíso y quienes son los paganos que se quemarán en el infierno; siempre serán los del bando contrario los impíos.
La inquisición Católica llevo a la hoguera y a los cadalsos de tortura a cuanto hombre pensara con dos dedos de frente, justificando el oscurantismo intelectual de la época con la ignorancia de los Fe ciega. Clérigos corruptos e inmorales fueron los llamados por “sus” Dioses a ser los defensores de la moral de esta Fe que todo lo tolera y justifica. Las figuras Papales fueron santificadas por hombres ignorantes cuyas vidas transcurrían entre los estrechos límites del pecado. Devotos que buscaban la salvación recurriendo a algún santo que pudiera intervenir a su favor en el Cielo para el perdón de sus pecados. Como ejemplo de estos constructores de la moral predominante en la Edad Media, esta el heredero del clan Borgia, Calixto III, que paso a la historia por su comportamiento “non santo”, como excomulgar al cometa Halley cuando apareció por cielos europeos, allá por el año 1456. Su sobrino Alejandro VI, también Papa, es fiel reflejo de los términos Nepotismo (en latín Nepos, -Otis= Sobrino), y Paternalismo, pues era tal el número de hijos que engendro que ocupaban todos los rentables ministerios en su Santa Iglesia. Las traiciones, crímenes, violaciones y demases de esta familia Valenciana, los Borja, la narra Apollinaire en “La Roma de los Borgia”, de una manera encantadora.La lista de Papas empieza con San Pedro, que muere en el 67 A.D., y termina con Benedicto XVI, el numero 265 en ser elegido sumo pontífice en 2005. La verdad traída por Su Santidad a tierras Latino Americanas, en su visita a Brasil, es la total exoneración de crímenes, torturas, injusticias, maldades, genocidios, delitos, transgresiones, etc., que cometieron los conquistadores españoles en tierras Americanas. Su verdad es que no fue tanto el horror generado y si mucho lo legado: Un idioma, una Fe, un Dios.Pensando en los indios incultos, politeístas, polígamonos y muchos polis mas que habitaban estos lares, como ejemplo: los Aztecas, Mayas, Chibchas, Incas, etc., es comprensible las palabras de S.S. Comparandolas con los cultos, educados, religiosos, refinados y probos que fueron los soldados que llegaron a evangelizar a estos indios, quedan totalmente justificadas las acciones tomadas en nombre de la Fe y del Reino. No podemos comparar a un Rey europeo, viviendo en esa Europa del siglo XV, llena de enfermedades, guerras, injusticias e inmundicia con un Rey que no tenía más autoridad y gloria que ser el hijo del Sol, como lo era Moctezuma Ilhuicamina, demasiado simple. La verdad de Benedicto XVI es la verdad de la Iglesia a través de toda la historia, quizás lo único coherente a estos dichos en Brasil, es la consecuencia con sus ideas y doctrinas, sean estas sus verdades o mis mentiras.
La misma verdad y la misma justificación tuvo Pío XII, para mantener un exquisito neutralismo y hacer la vista gorda a las atrocidades cometidas por los Nazis en la segunda guerra mundial, tal como lo hizo su predecesor Benedicto XV en la contienda anterior.
Está en las entrañas de la Iglesia ese gusto por la sangre, no olvidemos que los curas se la beben cada vez que ofician misa y veneran un icono de tortura y muerte como es la Cruz. Hoy tendrían que venerar una imagen del hongo nuclear, o una jeringuilla que represente los virus por engendrar en las guerras bacteriológicas por venir.

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