lunes, 20 de agosto de 2007

Aborto en Chile


En 1965 una de cada tres mujeres que moría en Chile era consecuencia de un aborto mal hecho. La autoridad, de entonces, tomo cartas en el asunto, dándose cuenta de lo dramático de la situación. Se creo el “Programa de Regulación de la Fertilidad”, ese año, siendo uno de sus principales objetivos el control del aborto clandestino; se creo un decreto ley que penalizo, prohibió y castigó a quien practique un aborto, en sus dos formas: al practicante y a la paciente. Las leyes contra el aborto, que se encuentran en el Código Penal, Artículos 342 A y 245, bajo el título de “Crímenes y Delitos contra el Orden Familiar y la Moralidad Pública”, se caracterizan por ser una de las más restrictivas del mundo. En 1989 se amplio el rango tutelar, penalizando también el aborto terapéutico.Según estadísticas del INE para el 2001, La Mortalidad Materna por aborto, en Chile, tenía una incidencia cercana al 10%, un poco mejor a las cifras del 65.
Llevamos 42 años penalizando los abortos en este país. Lo único que se ha logrado es incrementar el número de ellos.Llevamos 42 años con el Programa de Regulación de la Fertilidad, hoy pocas mujeres saben colocar un condón o, peor aun, ni saben siquiera que existe algo para evitar los embarazos no deseados.Llevamos 42 años tratando de que nuestras mujeres no practiquen abortos, hoy el 35% de los embarazos termina en aborto, esto es 150.000 practicas clandestinas.Llevamos 42 años tratando de tapar el Sol con un dedo, hoy 412 mujeres abortarán. Cuando termine de leer estas letras 2 mujeres abran abortado en Chile.
Llevamos 42 años en mesas redondas, con asesores ministeriales, hablando y hablando. Los derechos del feto. Los derechos del neonato. Los derechos de la vida. Todo muy lindo y muy justo, pero mientras las mujeres abortan en condiciones insalubres muriendo en la tarea muchas de ellas. Por mucho hablar de ética y moral, dejamos a estas mujeres en total abandono.
Pensemos, a nadie le gusta abortar. Ya la situación es traumática, esto se da por una variada serie de acontecimientos que se amoldan como piezas en un puzzle. Luego de realizarlo es justo que la mujer tenga una asesoría psicológica y espiritual, no las penas del infierno. También es justo pensar, que lo realice en dependencias adecuadas, esto es hospitales o centros médicos, con toda la profesionalidad que merecen. No siendo sometidas a raspados uterinos con ganchos para la ropa, que es como se hace un aborto en eso lugares oscuros y escondidos de nuestras poblaciones marginales.
Lo importante es no perder el tiempo en discusiones si es bueno o malo, justo o injusto, moral o inmoral. Son demasiado los abortos para eso. Podríamos hablar de lo justo o injusto de las guerras, pero ahí tenemos los soldados. Lo moral o inmoral del cigarrillo, ahí tenemos nuestras tabacaleras. Lo bueno o malo de nuestras prisiones, ahí se hacinan cada día mas personas. Como podemos hablar de la inmortalidad del cangrejo. Lo importante como sociedad, es dejar las hipocresías de lado, asumir los errores y plantear las soluciones de una manera acorde con los tiempos y la realidad País.
Penalizando por un lado y excomulgando por el otro, no hemos logrado nada; todo lo contrario. Ya es hora de brindarles a estas mujeres la opotunidad y el derecho a vivir a ellas mismas, sin la angustia de tener que pagar tan caro un error a perpetuidad.

No hay comentarios: