En los 80, el joven y talentoso pianista Jools Holland empezó su carrera de animador en el programa The Tube, que le abrió las puertas de la televisión y le dio el peso necesario para entrevistar, de tú a tú, a connotadas personalidades del mundo de la música, como Miles Davis, Eric Clapton, David Bowie, Mick Jagger etc.
La fórmula de “Later… with Jools Holland”, le ha permitido mantenerse en el éxito desde 1992, con el espíritu innovador de The Tube, entrevistando a celebridades en un mismo escenario. Lo que llama la atención de este programa es el ritmo dinámico de la puesta en escena, la cantidad de grupos musicales que participan en solo una hora de actuación en vivo, generalmente 7 Bandas. De las cuales selecciona a dos para contar alguna anécdota junto al piano, manteniendo la importancia de la música. Esto quiere decir que no se pierde el tan escaso tiempo en entrevistas aburridas sino que el gran protagonista es el virtuosismo de cada invitado, demostrado en sus diferentes interpretaciones, sean estas vocales o instrumentales. La cámara nunca pierde el ritmo del espectáculo, con paneos y travellings hechos de forma profesional con una iluminación moderna y elegante.
Claro que programas de este tipo solo los pueden producir canales europeos o estadounidenses, canales en países que apoyan jóvenes talentos dándoles toda la oportunidad de codearse con estrellas consagradas mundialmente. En televisiones de países sudamericanos este apoyo se refleja en programitas hechos pensando en un publico infantil o adolescente. Pensado así se le quita todo el protagonismo que puede necesitar un joven talento para destacar en el mundo, tan competitivo, de la música.
La escenografía, el ritmo de las luces y el virtuosismo en el movimiento de cámaras hacen de este show uno de los grandes en todo el mundo. El ver a Jools en su programa es igual a ver un buen director dirigiendo su orquesta, por muy buenos que sean los intérpretes nunca terminan opacando al maestro.
La fórmula de “Later… with Jools Holland”, le ha permitido mantenerse en el éxito desde 1992, con el espíritu innovador de The Tube, entrevistando a celebridades en un mismo escenario. Lo que llama la atención de este programa es el ritmo dinámico de la puesta en escena, la cantidad de grupos musicales que participan en solo una hora de actuación en vivo, generalmente 7 Bandas. De las cuales selecciona a dos para contar alguna anécdota junto al piano, manteniendo la importancia de la música. Esto quiere decir que no se pierde el tan escaso tiempo en entrevistas aburridas sino que el gran protagonista es el virtuosismo de cada invitado, demostrado en sus diferentes interpretaciones, sean estas vocales o instrumentales. La cámara nunca pierde el ritmo del espectáculo, con paneos y travellings hechos de forma profesional con una iluminación moderna y elegante.
Claro que programas de este tipo solo los pueden producir canales europeos o estadounidenses, canales en países que apoyan jóvenes talentos dándoles toda la oportunidad de codearse con estrellas consagradas mundialmente. En televisiones de países sudamericanos este apoyo se refleja en programitas hechos pensando en un publico infantil o adolescente. Pensado así se le quita todo el protagonismo que puede necesitar un joven talento para destacar en el mundo, tan competitivo, de la música.
La escenografía, el ritmo de las luces y el virtuosismo en el movimiento de cámaras hacen de este show uno de los grandes en todo el mundo. El ver a Jools en su programa es igual a ver un buen director dirigiendo su orquesta, por muy buenos que sean los intérpretes nunca terminan opacando al maestro.
